Durante el transcurso de una tarde anodina, en ocasión de la 14. edición del quinquenal de arte contemporáneo La Documenta de Kassel en Alemania, el oído de Régis fue seducido por una mínima música en la multitud, una extraña sonoridad encantadora, desconocida. Ella provenía de un pequeño semi globo gris, de unos cuarenta centímetros, en las manos de una dama encantadora, evidentemente complacida al ejecutar música con este impresionante instrumento. Régis, curioso se le acercó, Ella le mostró este increíble objeto, el Hang Gubal inventado en la misma época que el Hang Bal hace unos cuarenta años por Félix Rohner y Sabrina Scharern que vivían en Suiza. Observándolo más cerca, descubrió 7 dibujos en círculo en la superficie. Se parecía demasiado a un guiño del Principito y sus 7 planetas. Guiño o no, sabía de ahora en más donde se asentaría el espacio sonoro de dmum*. Se lo escucharía en el “tráiler”, la banda anuncio, el documental, la instalación, en los debates culturales, en las inauguraciones. El Hang Gubal y el Hang Bal tendrían un lugar privilegiado en . Se lo escucharía en el “tráiler”, la banda anuncio, el documental, la instalación, en los debates culturales, en las inauguraciones. El Hang Gubal y el Hang Bal tendrían un lugar privilegiado en .

Lo que siguió fue simple. Régis reencontró en varias oportunidades a Félix Rohner quien comprendió perfectamente la importancia de Hangs para . Lo inició en las sutilezas de los dos instrumentos, en la forma de ejecutar desplazándose sobre los “planetas”. La experiencia de bailarín profesional de Régis le permitió encontrar su propio ritmo. Y gracias a un trabajo intenso cotidiano, Régis pudo apropiarse del Hang Gubal y el Hang Bal.

Yannick Dabrowski, redactora